¿Compromiso a qué?

La mitad de los millennals tienen miedo al compromiso, la otra mitad tiene pavor a no encontrar con quién comprometerse. Y parece que los de un bando se topan con los del otro y por eso su miedo se sigue confirmando. Al final lo que crees, creas… el cerebro busca re afirmar lo que ya piensa.

Siempre he pensado que si existes tu, existe alguien como tú. Hay alguien que busca y que quiere lo mismo que tu, que necesita lo que tu das, y que puede dar lo que tu necesitas. Y no me limito a pensar que es uno, somos especiales pero no tanto, y aunque nadie lo lleve por fuera, las necesidades por dentro son bastante parecidas de un humano a otro. Hay una jerarquía de necesidades emocionales también, el problema es que no nos damos el tiempo de escuchar y entender lo que sentimos, entonces medicamos con A lo que es B y con C lo que necesita D.

¿Por qué no nos comprometemos a ser honestos con lo que queremos y con comunicárselo a la otra persona? Si en las relaciones de pareja es el lugar número uno dónde deberíamos de sentirnos cómodos y desinhibidos. Poreso hay gente que al cortar no voltea para atrás, por estarse guardando una verdad que al dejar la relación respira en expresarla. ¿Qué si desde el principio nos presentamos ‘‘at face value’’ con lo que somos de verdad, con lo que queremos y necesitamos? Probablemente funcione, probablemente no, pero al menos le damos una oportunidad justa a la otra persona para entrar y mejorar nuestras vidas. Nos conoceríamos más en el proceso, no perdemos integridad y habrán menos piezas a recoger cuando se acabe. Mientras no se pierda integridad, todo lo demás es ganancia. Y estamos diseñados para siempre ir por algo mejor de lo que ya hemos tenido y si usamos esto a nuestro favor entenderemos que si algo bueno se acaba, eventualmente encontraremos algo mejor.

Entonces, a conocer y a conocernos, de verdad.

-María Andrea G.